Ernesto Cordero arrancó ayer, ya con carácter de aspirante a la candidatura presidencial del PAN, la carrera interna por la postulación.
Al término del evento que se llevó a cabo en el DF, el panista evadió responder sobre su relación con Fernando Larrazabal, quien le organizó un mitin y le entregó personalmente una caja con 7 mil firmas de apoyo.
Como se recordará, el 7 de agosto el munícipe de Monterrey le organizó al entonces secretario de Hacienda un evento de respaldo a su campaña, pero hoy Cordero prefirió callar sobre la eventual renuncia de quien fuera su aliado y operador político en el norte del país hasta hace un mes.
Y es que Fernando Larrazabal decidió mantenerse en el cargo pese a la petición de la dirigencia nacional panista de separarse temporalmente del cargo, a fin de dar paso a una investigación sobre presuntos actos de corrupción que involucran a su hermano, Jonás.
Fuente: La Razón