Un cotorro fue testigo de un asesinato y ahora no puede dejar de repetir la escena del crimen.
“Carajo, no dispares“, son las tres palabras que el cotorro no para de decir, después de que su amo, Martin Duram, de 45, fuera asesinado de un disparo en Michigan, el pasado 2015.
En el mismo lugar, fue hallada su esposa, Glenna, con un disparo en la cabeza, no obstante seguía viva.
La Policía de Michigan encontró que la mujer era sospechosa, tras dejar tres notas suicidas en el lugar de los hechos.
Desafortunadamente, el testimonio del cotorro “Bud“, no es considerado evidencia, ya que puede estar repitiendo algo que vio en la televisión.
Los familiares de Martin aseguran que es su voz la que repite el animal, por lo que debería de ser válido.
¡Mira el video!