Equipos de especialistas del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y la Universidad de Harvard fabricaron una forma de silicona, que usaron como base sobre la que hicieron crecer células del músculo cardíaco de ratas de laboratorio.
Luego aplicaron una corriente eléctrica para hacer que la medusa artificial nadara, con contracciones sincronizadas parecidas a las de sus pares reales.
Su importancia radica en que sirve como prueba conceptual para la creación de una variedad de órganos musculares y formas simples de vida.
Como las medusas utilizan un músculo para avanzar con un movimiento de bombeo, la manera en que funcionan es parecida a la de un corazón humano.
El trabajo también contribuye a definir más ampliamente el concepto de “vida sintética“, un campo emergente de la ciencia que hasta ahora se ha concentrado en replicar los elementos fundamentales de la vida, de acuerdo con los investigadores.
Fuente: BBC