Richard Browning, un inventor británico de 38 años, creó un traje de Iron Man -sin incluir las armas- patrocinado por Red Bull.
El traje se basa en la fuerza de seis propulsores distribuidos equitativamente (dos en cada mano y dos en la espalda) que pueden levantar a alguien de 130 kg.
La propulsión se alimenta con queroseno, pero Browning ha aclarado que el riesgo de que el combustible cause una explosión ante una caída, es mínimo. Además, por el momento solo alcanza los seis metros de altura y se desplaza durante un minuto.
Desde la primera versión del traje, que ha costado 50.000 dólares (46.882 euros), Browning se mantiene implementando mejoras constantemente.
“Un día literalmente podrás caminar por tu jardín, despegar, volar, bajar y aterrizar”, dice convencido.
Su padre, Michael Browning, era un ingeniero aeronáutico que dejó su trabajo por el amor a los inventos. Sin embargo, nunca llegó a vender nada y la desesperación por el ahogo económico le llevó a quitarse la vida cuando Richard tenía 15 años.
Con información de playground
