Crimen paga 12 mil pesos a menores

La delincuencia organizada paga 12 mil pesos mensuales a menores de edad, incluso de 11 o 12 años, para que trabajen como gatilleros o escoltas, participen en enfrentamientos y levantones o trafiquen droga, según investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).

Israel Alvarado, quien ha realizado estudios sobre el tema de menores vinculados al narcotráfico, dijo que el perfil de la mayoría de estos adolescentes corresponde al de una familia desintegrada, en un estrato social bajo donde no tienen oportunidades de trabajar, estudiar o realizar alguna actividad recreativa. Además, viven en zonas que recientemente son urbanas.

“Es más fácil conseguir un empleo como gatillero o como dealer en la delincuencia organizada que acceder a un trabajo muy mal remunerado, en donde los explotan laboralmente y hay muy pocas oportunidades, entonces es muy fácil que se introduzcan a la delincuencia, que ofrece sueldos muy bien pagados, estamos hablando de aproximadamente 6 mil pesos quincenales”, señaló.

Cifras de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF indican que, durante 2011, cada mes al menos 2 adolescentes han recibido sentencia por homicidio y delitos contra la salud.

Alvarado también explicó que su decisión de aceptar formar parte de una banda es influida por las imágenes a las que tienen acceso en Internet y los medios de comunicación.

“Los estereotipos (de delincuentes) que crea la television son de personas exitosas, quien tiene una pareja bonita, dinero, automóvil de lujo, y eso no se puede conseguir ni a su edad, en términos tradicionales, ni mucho menos con la falta de oportunidades.

“La única opción, de acuerdo a los clichés que está creando la televisión, es ingresar a la delincuencia”, explicó el investigador.

Es parte del problema, agregó, el que en Internet haya manuales que muestran cómo fabricar drogas, portar armas sin ser detectado o hacer fraudes.

Asimismo, Alvarado señaló que un caso emblemático en ese sentido fue el de “El Mochaorejas”, que tras su detención, en 1998, fue exhibido junto con el dinero, joyas casas y automóviles que obtuvo tras cometer más de 20 secuestros.

Cifras de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario indican que durante los últimos 10 meses se han resuelto 952 sentencias por delitos cometidos por adolescentes, que incluyen 805 robos, 11 por lesiones y una por sustracción de menores o incapaces.

De este total, 894 fueron condenatorias y 58 absolutorias: 49 menores quedaron absueltos por robo, 2 por lesiones, 1 por violación y 6 por delitos contra la salud.

El investigador mencionó que los jóvenes que deciden unirse a los cárteles de la droga saben que tendrán un periodo de vida muy corto, de entre uno y 3 años, porque las bandas rivales pueden ejecutarlos, las autoridades matarlos en un enfrentamiento, o incluso morir a manos de sus propios cómplices, que quieran evitar la competencia.

“Están muy conscientes y es lamentabilísimo, sin embargo dicen: ‘yo me animo, porque de vivir de una manera miserable más tiempo a vivir como yo quiero -como ellos conciben de una manera exitosa- aunque sea un año‘, pues dicen que vale la pena por salir de la miseria”, narró Alvarado.

Según las estadísticas de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario, entre enero y septiembre del 2011 se emitieron 23 condenas por delitos contra la salud y 27 por homicidio, cometidos por adolescentes, además de 12 por secuestro.

Por su parte, el investigador Martín Barrón dijo que hace años los jóvenes empezaban cometiendo delitos menores, pero ahora entran directo al mundo del crimen organizado.

Fuente: Reforma