El presidente electo Enrique Peña Nieto dejó un mensaje claro con los nombramientos a las mujeres y hombres que hoy forman su gabinete de gobierno: no hay espacio para grupos de poder.
Una muestra de la nueva relación que tendrá el gobierno con los sindicatos es el nombramiento de Emilio Chuayffet al frente de la SEP, quien en esta posición tendrá una relación directa con el SNTE y su lideresa, Elba Esther Gordillo, su antigua adversaria en el PRI.
Como una muestra de la fortaleza que tendrá la dependencia, el mandatario electo dejó la presentación del gabinete en manos de Miguel Angel Osorio Chong, quien anoche recibió de manos del secretario saliente, Alejandro Poiré, la administración de esa dependencia.
En caso de prosperar la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública, Osorio Chong tendrá facultades para coordinar a los demás integrantes del gabinete.
Destacan entre los nombramientos las figuras ajenas del priismo tradicional, como Rosario Robles, ex perredista y ex jefa de Gobierno, quien estará a cargo de Sedesol.
El nombramiento de José Antonio Meade como canciller llamó la atención porque formó parte de la administración de Felipe Calderón.
Manuel Mondragón, nombrado como subsecretario de Planeación y Protección Institucional de la SSP, en sus últimos años se desempeñó en administraciones perredistas.
De la administración del gobierno mexiquense pasan al gabinete Alfonso Navarrete en la Secretaría del Trabajo, Claudia Ruiz Massieu en Turismo, Humberto Castillejo al frente de la Consejería Jurídica, Erwin Lino se mantiene como secretario particular, David López en Comunicación Social y Francisco Ortiz como coordinador de asesores.
El priista de cepa Francisco Rojas quedará al frente de la CFE, mientras que dos personajes de la campaña encabezarán Pemex y la Oficina de la Presidencia: Emilio Lozoya y Aurelio Nuño, respectivamente.
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