El sexo nos hace felices, incluso un estudio de la Universidad de Florida asegura que ese estado de felicidad puede durar hasta dos días después de tener relaciones sexuales.
Sin embargo, hay efectos que no a todas las personas les sucede después de un encuentro sexual, uno de ellos el el llanto:
Aunque las lágrimas derramadas no son de tristeza, ni arrepentimiento, ni impotencia o frustración; tampoco es llanto de felicidad.
Estas lágrimas son una reacción después de liberar la tensión. Muchas veces, el llanto guarda relación directa con la calidad del sexo o el alcance del orgasmo, que el momento más placentero del sexo.
Llorar después de un orgasmo quiere decir que ha sido tan intensa la excitación que éste no es suficiente para descargar toda la tensión sexual acumulada y es necesario el llanto.
Un segundo efecto secundario del sexo es la agudeza olfativa:
Porque la hormona llamada prolactina tras un proceso cerebral, afecta directamente al olfato y justamente se libera al momento del orgasmo, se llegan a percibir los olores hasta en un 400% más.
El tercer efecto secundario del sexo es la necesidad de ir al baño:
De acuerdo con una encuesta de la Universidad de Columbia, el 85% de las personas suelen ir a orinar después del sexo, aunque no tengan muchas ganas, pero se debe a un instinto.
Un cuarto efecto secundario, en los hombres, es la dificultad para orinar:
Investigadores de Nueva York señalan que esto sucede porque “para que un fluido salga durante la eyaculación, el músculo esfínter se contrae para cerrar el cuello de la vejiga”, por lo que es mejor esperar a que todo se relaje.
Por último, dos efectos secundarios más comunes son el apetito y el sueño:
Si el encuentro sexual fue intenso el cuerpo requiere recuperar esas energías gastadas con un poco de comida.
El sueño es completamente normal, para recuperar fuerzas. Esto pasa porque comienzan a producirse dos sustancias: oxitocina y la serotonina, dos hormonas que inducen el sueño.