Mucho se habla de la violencia entre cárteles de la droga y miembros de la Policía Federal, el Ejército y la Marina. Las estadísticas sobre la inseguridad emanada de la lucha contra el crimen organizado son, sin duda, alarmantes. Mientras tanto, ¿qué ha pasado con los delitos del fuero común?
Hay algunos estados de la República que no están sufriendo los embates de la delincuencia organizada en su territorio, pero que tienen una enorme incidencia en los delitos que persiguen las autoridades estatales.
Contrario a lo que pudiera creerse, los estados que presentan mayor violencia relacionada con el crimen organizado, no son los que más delitos registran. Tampoco se encuentran entre los de menor incidencia delictiva, sino más bien representan el promedio nacional, que es de 27. 31 delitos por cada cien mil habitantes.
Los cinco estados con menor incidencia delictiva – de acuerdo con datos de la Procuraduría General de la República – son Puebla, Yucatán, el Estado de México, Zacatecas y Tabasco. Por su parte, los estados que tienen un mayor número de delitos, ponderados por número de habitantes, son Baja California Sur, Jalisco, Sonora, el Distrito Federal y Baja California.
Como muestran estas cifras, el tamaño de la población no es un factor que influya en la cantidad de delitos que se cometen; para muestra, basta mirar a Baja California Sur, el estado más pequeño del país (en términos poblacionales) en lugar 28; y en cambio, el Estado de México, que tiene la población más grande del país, es el tercero con menor incidencia delictiva.
Como se puede observar en la tabla, tampoco es una cuestión partidista, ni de PIB. ¿De qué dependerá, entonces?
Fuente: La Primera Plana
Con información de INEGI y PGR
