Parece que algo de lo más romantico que se puede regalar es una “estrella”, sí, esas que están en el cielo y que brillan por las noches.
Existen numerosas páginas por Internet que ofrecen regalar estrellas a tus seres queridos por un “módico precio”; según una de estas páginas, puede costarte unos 2 mil pesos, y te dan un marco con la situación de la estrella, unos diplomas e información de tu supuesta estrella. Hay otras que incluso se atreven a vender parcelas en la Luna o en Marte.
Pero no debemos engañarnos. No se puede comprar lo que no es nuestro. El cielo y el Universo no es de la humanidad. Y en cuanto a poner nombres a los cuerpos celestes, la única organización que puede hacerlo es la Unión Astronómica Internacional (UAI), y lo hace a medida que se van descubriendo y no precisamente bajo criterios comerciales.
La UAI es la única reconocida internacionalmente para nombrar a los cuerpos celestes así como a los accidentes en sus superficies y son asignados por reglas internacionales ya aceptadas y aprobadas.
Con los 2 mil pesos lo único que consigues con esas empresas es un trozo de papel y probablemente el ver a alguien contento por un rato, hasta que se da cuenta o se entera que no es suya, ya que normalmente, esa estrella se vende luego a otra persona en el mundo.
Cierto que es muy romántico, pero las estrellas no son de nadie, y menos aún, podemos ponerles el nombre que queramos.
Fuente: 86400.es