Según datos arrojados por la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México del Conapred, de un universo de mexicanos de entre 12 y 29 años (unas 40 millones de personas) un promedio de 4.5 millones dijeron no trabajar ni estudiar.
Respecto a la percepción de los mexicanos sobre las razones para que los jóvenes no estudien ni trabajen, un 36% de la población considera que son ‘ninis’ porque quieren, mientras que sólo un 18% de la población piensa que son ‘ninis’ porque no tienen oportunidades.
Sin embargo, apenas el año pasado, en el marco del Día Internacional de la Juventud , el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, aseguró que en el país son más de 7 millones los jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis). La cifra que presentó se basa en datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), según los cuales 4 de cada 5 mexicanos de entre 12 y 29 años viven en condiciones de pobreza o vulnerabilidad.
El rector consideró en aquel entonces una vergüenza
que haya 7.5 millones de jóvenes mexicanos que ni estudian ni trabajan (ninis), y lo que resulta aún peor es que de éstos, 6 millones son mujeres
.
Su declaración desató la reacción de Alonso Lujambio, Secretario de Educación Pública, quien en conjunto con la Secretaría de Gobernación, salió al paso y dijo que en México existen 285 mil jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis) según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Lujambio omitió en su aclaración a las mujeres que se dedican al trabajo doméstico o están casadas.
¿A quién le creemos? ¿Al Conapred, al rector de la UNAM o a Lujambio?
