¿Cuántos orgasmos son suficientes para un hombre?

Alfred Kinsey, uno de los investigadores pioneros del sexo en el siglo XX, describió el orgasmo como “la descarga expulsiva de tensiones neuromusculares”.

Para Michael Roizen, un médico de 62 años del Wellness Institute en Cleveland, afirma que sobre los orgasmos “mientras más mejor”. Un promedio de orgasmos en hombres adultos de 350 al año puede aumentar la expectativa de vida hasta en 4 años.

El ideal, según el médico, son unos 700 orgasmos al año para añadir al menos 8 años a la vida. Sin embargo, el hombre promedio en EU sólo tiene sexo 81 veces al año.

Otro estudio en Suecia encontró que los hombres que llegaban a los 75 años eran aquellos que mantenían activa su vida sexual; un estudio más en Duke University lo confirmaría: luego de seguir el registro de las vidas sexuales de 252 personas durante 25 años concluyeron que “la frecuencia de las relaciones fue un predictor significativo de la longevidad.”

Un estudio más entrevistó a casi mil hombres de seis pequeños pueblos en Inglaterra, ajustando su frecuencia sexual contra la mortandad. 10 años después encontraron que los hombres que tenían dos o más orgasmos a la semana morían a una tasa de apenas la mitad de aquellos hombres que tenían orgasmos menos de una vez al mes.

Sin embargo, autores como Beverly Whipple no ven específicamente una relación causa y efecto entre la frecuencia orgásmica y la expectativa de vida. Debby Herbenich del Instituto Kinsey afirma, por ejemplo, que el estudio de Gales no cumple con mínimas metodologías científicas, como especificar si los hombres estaban casados o no.

¿Qué pasa durante el orgasmo?

El torrente sanguíneo se inunda con hormonas como oxitocina y dehidroepiandrosterona (DHEA); unos minutos después de la eyaculación, la oxitocina favorece la sensación de pertenencia, reduciendo también el estrés y favoreciendo el sueño.

La DHEA es de hecho un esteroide que reduce el riesgo de ataques de corazón en hombres de mediana edad, y ambas hormonas reducen la depresión.

Ningún estudio relativo al orgasmo diferencia entre sexo y masturbación, describiendo el evento orgásmico como “expresión sexual”, pero se ha demostrado que el riesgo de cáncer prostático disminuye correlativamente a la frecuencia eyaculatoria.

Los expertos afirman que eyacular al menos cuatro veces a la semana puede reducir el riesgo hasta en 30%.

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