“No existe ninguna diferencia entre orgasmo vaginal o clitoriano, salvo en la intensidad de la estimulación y dependiendo de las características de cada mujer, esto hace que solo subjetivamente la experiencia sea diferente para el orgasmo clitoriano, como para el obtenido por vía de penetración vaginal”, concluye el sexólogo clínico y docente por la Universidad de Buenos Aires, doctor Rubén Alberto Pereyra.
Anteriormente se tenía la idea, en base a Sigmund Freud, que el estimulo clitoriano era signo de inmadurez. Luego de los estudios de Masters y Johnson, quedó claro que todos los orgasmos tienen componentes clitorianos.
Hoy se asegura que las mujeres son capaces de llegar al orgasmo sin ninguna estimulación táctil directa, con la sola estimulación de la voz, o poniendo en marcha alguna fantasía particularmente excitante para ella, demostrando una vez más que el órgano sexual más importante, es, en definitiva, el cerebro.
Relacionado con el orgasmo femenino, se ha comprobado que los gritos no tienen que ver con que ellas gocen o sientan más orgasmos. En realidad no existe ninguna relación entre gritos y satisfacción.
“Hay mujeres que disfrutan enormemente su sexualidad en silencio y otras que necesitan exteriorizar el placer de manera más expresiva mediante gritos y palabras, pero de ninguna manera esto es índice de satisfacción”, dice Pereyra.
