Un hombre, condenado en Suecia por contrabando, convenció a un amigo para que cumpliera la condena por él; así, burló a las autoridades al introducir al amigo a escondidas.
El amigo recibió un pago por aceptar quedarse en la cárcel por un año, tiempo de la condena. Las autoridades se dieron cuenta hasta transcurrido ese año, cuando fue puesto en libertad.
Mientras, el condenado por contrabando vivió Suecia.
Fuente: BBC Mundo