Layton Davies, de 51 años, y George Powell, de 38 años, fueron juzgados por no haber declarado su hallazgo y condenados respectivamente a ocho años y medio y diez años de prisión.
Los buscadores de metales fueron condenados por un tribunal británico por haber ocultado que habían descubierto un tesoro vikingo de más de mil años de antigüedad de enorme valor, como exige la ley.
El tesoro fue desenterrado en junio de 2015. Se estima que en tesoro tiene más de mil 100 años de antigüedad. Incluye un anillo de oro del siglo IX, un lingote de plata, un colgante de cristal del siglo V y unas 300 monedas que aparecen en fotografías guardadas en el teléfono de Davies pero que los investigadores nunca encontraron.
El tesoro tiene un valor estimado entre 3 y 12 millones de libras esterlinas, cerca de 4 millones de dólares.
Además, tiene un alto valor histórico, ya que ha ayudado a revelar un nuevo aspecto de la historia inglesa.
Los objetos recuperados se conservan actualmente en el Museo Británico de Londres y los que no se han encontrado, según la fiscalía, están “probablemente ocultos en uno o varios lugares”.