David Lynch vende café orgánico

David Lynch lanzó al mercado una marca de café orgánico e hizo un comercial para su propia marca.

El anuncio puede leerse como un corto con un product placement agrícola.

 

 

 

 

Curiosamente, Lynch ha manifestado su odio absoluto por los product placements –asumimos que basándose en la idea de que los comerciales no deben intervenir en el arte– pero al gran maestro canadiense le ha faltado rigor, y permitió que el arte interviniera en lo comercial.

Su anuncio –o su corto, como quieran verlo–, que a fuerza de drogadicción y un aguzado olfato cafeinómano, logra ser divertidísimo.

Es, además, un comercial de autor: podrás ver en él más de una manía lyncheana. Que difícil será ver un comercial común y corriente después de este.

Fuente: En Filme