¿De dónde vienen los delfines para nado?

Playa del Carmen, Cozumel y Cancún tienen más de quince facilidades con delfines en cautiverio, albergando alrededor de cien cetáceos, proporcionando a los turistas crueles tours y experiencias de “nado con delfines”.

Al parecer cada vez hay más delfinarios en todo México, y sin embargo es ilegal importar o capturar delfines en México, entonces ¿de dónde vienen estos delfines?

El mayor importador de delfines para “nado con delfines” en el Caribe es Cuba. La mayoría de los delfines capturados importados a México antes de la prohibición venían de aguas cubanas.

La minoría fueron adquiridos mediante la caza de delfines en las Islas Salomón y Taiji, Japón, donde miles de delfines fueron y aun siguen siendo masacrados anualmente para que lugares como Delphinus World, Dolphin Discovery y Delphinaris puedan comprar los más lindos a precios de hasta $200,000 dólares.

El proceso de captura de delfines es violento y traumático. Del 30% al 80% mueren durante el proceso de captura, por lo tanto obviamente no es una práctica sustentable.

La experiencia de nadar con delfines que ofrecen estas facilidades en Cancún Playa del Carmen y Cozumel es inmensamente remunerativo. Cada delfinario gana alrededor de 2 millones de dólares al año sin incluir los suvenires y la fotos carísimas, etc.

La captura de delfines salvajes en aguas mexicanas aún esta sucediendo bajo la mirada del gobierno. Los permisos científicos son otorgados para la captura de delfines nariz de botella que de alguna manera terminan en delfinarios en Quintana Roo haciendo trucos para turistas mientras las facilidades se vuelven millonarias gracias a su cautiverio y explotación.

La cantidad de dinero que generan estas facilidades hace posible que encuentren la manera de conseguir delfines clandestinamente o que encuentren formas de burlar la ley.

Los cazadores que hacen esto a menudo capturan a hembras en edad de reproducción y las quitan de la posibilidad de aparearse por selección natural, lo cual amenaza a la especie en general. Así, nadar con delfines en cautiverio no sólo es cruel sino que contribuye a la eventual extinción de la especie.