Jonathan Hinkle de 28 años de edad tenía tanta urgencia por ir a Hooters, que llamó al número de emergencias y dijo que necesitaba ir al restaurante porque su abuela había tenido un infarto en el estacionamiento.
Luego de que los oficiales pasaran tres horas buscando a la abuela y la encontraran finalmente en otro lugar, Hinkle terminó en la cárcel del condado Brevard el martes por la noche.
Algunos medios de comunicación informaron que Hinkle le dijo al operador del 911 que le pagaría si lo llevaba al Hooters ubicado en la Costa del Atlántico de Florida.
Hinkle fue arrestado por cargos de uso incorrecto del número de emergencia. Fue liberado el miércoles en la noche.
Con información de Excélsior