Al menos 4 muertos, más de un millón de casas sin electricidad y daños materiales incuantificables era hoy el saldo parcial de una de las peores tormentas eléctricas y de ráfagas de viento que azota a los alrededores de Washington.
4 residentes de Maryland y Virginia fallecieron por la caída de árboles sobre sus vehículos o por electrocución, debido a los vientos que rebasaron los 100 kilómetros por hora, cercanos a la categoría de tornados.
Al menos 1.3 millones de residentes en el área metropolitana de Washington permanecían sin electricidad, en medio de estimaciones de que la restauración plena del servicio eléctrico podría demorar al menos una semana en la zona.
La tormenta tuvo lugar en momentos que la región padece una racha de altas temperaturas superiores a los 40 grados centígrados.
Autoridades locales abrieron bibliotecas públicas que por lo general están cerradas el fin de semana y adelantaron la apertura de albercas con el propósito de atenuar los efectos del calor para los residentes que quedaron sin aire acondicionado en sus hogares.
Supermercados, gasolineras, restaurantes y otros establecimientos comerciales cerraron sus puertas por la falta de electricidad, lo que generó largas filas en los pocos comercios que contaban con suministro de luz independiente.
Un amplio número de vías de circulación estaban este sábado bloqueadas por ramas de árboles, conforme cuadrillas de trabajadores de las empresas eléctricas buscaban restablecer plenamente el servicio.
El Servicio Meteorológico lanzó desde los últimos días alertas de humedad y recomendó mantenerse en lugares con aire acondicionado, en especial a personas con padecimientos crónicos.
La Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) inició contactos con varios de los estados afectados, que incluyeron además a Kentucky, Ohio, Virginia del Oeste, Pensilvania y el Distrito de Columbia, la capital estadunidense.
Las autoridades informaron que otro episodio de fuertes vientos y descargas eléctricas podría tener lugar esta noche en la costa este de Estados Unidos.
Fuente: La Crónica
