Una investigación, publicada en la revista American Journal of Psychiatry, demuestra que las personas que viven con trastorno depresivo son biológicamente mayores que las personas sin depresión. En otras palabras este padecimiento genera un un envejecimiento prematuro.
El grupo de científicos dirigidos por Laura Han, del Centro Médico de la Universidad de Amsterdam (Países Bajos), estudió la estructura del ADN de personas con depresión. Encontraron que el ADN de las personas con depresión es, en promedio, 8 meses más añejo que el de las personas que no sufren de depresión.
Si se trata de una depresión severa, la diferencia llega a ser entre 10 y 15 años. Por ejemplo, una persona con depresión severa de 45 años, biológicamente tendría entre 55 y 60 años.
Los expertos llegaron a estas conclusiones después de examinar el ADN de 811 personas con depresión y 319 personas sin este problema, como grupo de control. El denominado Estudio Holandés de Depresión y Ansiedad, utilizó muestras de sangre, se examinó cómo cambiaba el ADN de los participantes con la edad. El estudio reveló que los cambios epigenéticos tuvieron lugar más rápidamente en personas con depresión.
En suma la depresión puede hacer que parezcamos físicamente mayores de lo que somos en realidad. Acelera el proceso de envejecimiento de nuestras células.