Uno de los factores que ayudan a cerrar las brechas de desigualdad y que propician la equidad social son las viviendas dignas y los espacios urbanos que coadyuvan a una mejor calidad de vida.
En todas las ciudades del país se observan asentamientos humanos en predios irregulares. Este crecimiento desordenado cuenta con problemas de servicios básicos e incomunicación, que provoca una pobreza extrema. La repercusión de esta marginación y deterioro social desembocan en violencia y criminalidad.
Muchas familias son vulnerables por vivir en zona de riesgo. Otros asentamientos irregulares se dan en zonas protegidas por la reserva de la biosfera o dañan el patrimonio cultural del país. La falta de luz, agua, drenaje, transporte, escuelas, hospitales, áreas verdes, mercados y espacios de uso común dan pauta a la discriminación y a la exclusión.
La iniciativa innovadora del Gobierno Federal es crear un modelo sustentable de sociedad y vida humana bajo los principios de solidaridad, equidad, justicia social y dignidad. Hay un proyecto de al menos 50 años, con metas a corto, mediano y largo plazo.
Sí hablamos de ordenamiento territorial hablamos al mismo tiempo de planificar. ¿Cómo sería esto? La Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, CORETT, se transforma en el Instituto Nacional del Suelo Sustentable, INSUS. Los principales objetivos son: http://t.co/DcJZcCj43M
El decreto para la creación del INSUS se presentará en breve. Será un instituto jurídico que tendrá la facultad de —además de regularizar, que es lo que hoy hace CORETT—ofertar suelo a través de proyectos de lotes para vivienda para grupos sociales de bajos ingresos. Se arrancará con más de 20 mil hectáreas de reserva territorial.
Con la creación del Instituto Nacional del Suelo Sustentable, los habitantes de las ciudades del país tendrán un desarrollo humano con pleno ejercicio de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y ambientales.
