Desastre de Fukushima no se debió al tsunami sino a un error humano

El accidente nuclear de Fukushima fue puramente made in Japan. No fue, como ha defendido la industria atómica, un tsunami imprevisto e imprevisible, un fenómeno natural entre un millón que habría acabado con cualquier instalación y ante el que no había defensa posible.

El informe oficial del accidente encargado por el Parlamento japonés acaba de concluir que fue un siniestro causado por “el ser humano”, que pudo ser previsto y que la “ignorancia y arrogancia” de la industria y los reguladores permitieron que ocurriera. El informe tendrá un impacto enorme sobre el sector, ya que tampoco descarta que solo el terremoto —sin tsunami— dañara la planta.

Fukushima ha tenido un impacto enorme en todo el sector energético. Primero fue el retroceso a la energía nuclear en muchos países.

Ahora puede estimular el mercado mundial de las renovables, ya que Japón ha puesto en marcha desde el pasado 1 de julio una prima a las renovables extremadamente generosa. Eso puede generar alguna burbuja como la que vivió España en energía solar. Pero también puede rebajar los costes de la tecnología y dar un empujón fundamental a las energías limpias.

Japón ha emprendido ahora la autocrítica que le faltó durante años. De hecho, conclusiones similares han expresado responsables extranjeros. “Fukushima fue un fallo del sistema. Se podía haber prevenido. Japón pecó de lo que nunca te puede ocurrir en este sector: exceso de confianza y complacencia”, declaró a este diario el español Juan Carlos Lentijo, que dirigió una de las misiones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a la planta y que ahora está en el organismo en Viena.

El informe, hecho público ayer, no ahorra críticas, es una especie de escarnio público a todo el sector y al Gobierno. “El accidente de la central nuclear de Fukushima fue resultado de la connivencia entre el Gobierno, los reguladores y Tepco (Tokyo Electric Power), y la falta de gobernabilidad de dichas partes”, señala el estudio de 641 páginas. “Traicionaron de hecho el derecho de la nación a estar a salvo de accidentes atómicos. Por tanto, concluimos que fue causado claramente por el ser humano”.

Fuente: El País