Lejos de ser un método de tortura, esta técnica permite aumentar la capacidad de cálculo y las habilidades aritméticas durante seis meses.
Se trata de aplicar ruido eléctrico muy suave sobre regiones específicas de la corteza cerebral, una técnica no invasiva y completamente indolora. Investigadores afirman que esta terapia mejora la velocidad de cálculo y el aprendizaje aritmético durante al menos seis meses.
La estimulación consiste en aplicar ruido eléctrico aleatorio sobre diferentes regiones de la corteza cerebral, con la ayuda de electrodos colocados en el cuero cabelludo, sin necesidad de procedimientos invasivos. De esta forma, las áreas estimuladas incrementan su eficiencia a la hora de consumir oxígeno y nutrientes.
Veinticinco voluntarios se sometieron a esta técnica, con sesiones diarias de veinte minutos durante cinco días. Al mismo tiempo, los participantes recibieron entrenamiento cognitivo basado en cálculos y ejercicios.
Los participantes demostraron eran capaces de hacer cálculos más rápidamente y las operaciones aritméticas les resultaban más sencillas. En concreto, fueron de dos a cinco veces más rápidos que los que habían recibido un tratamiento falso. Los beneficios permanecían seis meses después.
Los científicos no saben todavía cómo funciona esta técnica exactamente, permitiendo que el cerebro trabaje más eficientemente. Aunque tampoco han detectado ningún tipo de efecto secundario, no pueden asegurar al 100% que estos no vayan a presentarse. En el futuro, creen que podrá ayudar a personas que tienen problemas con las matemáticas por desórdenes neurodegenerativos o discalculia.