Gran Bretaña enfrenta una de sus peores crisis sociales de los últimos años, pues los disturbios acontecidos durante la semana ya se han extendido fuera de Londres.
Ante esto, el Primer Ministro David Cameron se vio obligado a suspender sus vacaciones, para regresar inmediatamente a Londres.
Cameron se encontraba en La Toscana italiana con su familia desde finales de julio.
El Premier había sido criticado por seguir de vacaciones cuando la capital británica lleva tres días de disturbios, que han calcinado edificios, vehículos y tiendas en varios barrios y han provocado saqueos, por los que ha habido 215 detenciones.
Cameron tiene previsto presidir una reunión del Gabinete de crisis del Gobierno, denominado Cobra.
La ministra de interior Theresa May calificó los disturbios de “pura delincuencia” y prometió que los autores de estos actos serán llevados ante la justicia “para enfrentarse a las consecuencia de sus acciones”.
Fuente: La Tribuna.
