Guerrilleros subversivos de los años 70 como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, quienes en vida organizaron movimientos radicales que cometieron secuestros y asesinatos, egresaron de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
Sobre la base de su “legado” y “enseñanzas”, maestros y alumnos se inscriben actualmente en la corriente crítica que rechaza los avances de la Reforma Educativa.
Entre sus demandas destacan la de conservar las plazas del magisterio de forma vitalicia y poder heredarlas a sus parientes o conocidos, negándose a participar en cualquier proceso de evaluación de sus capacidades pera educar a los niños mexicanos.
También rechazan la incorporación de tecnologías y la enseñanza del idioma inglés como parte de la curricula educativa que se imparte tanto en el Estado de Guerrero, como a nivel nacional.
Si bien en la actualidad se les identifica como activistas que exigen la aparición de los 43 normalistas asesinados por orden del ex alcalde perredista de Iguala, José Luis Abarca, el verdadero motivo de su activismo radical, es su rechazo férreo a los avances más elementales en materia de calidad educativa.
Según encuestas realizadas entre habitantes del estado de Guerrero, 8 de cada 10 padres de familia respaldan la enseñanza del inglés y la incorporación de tecnología en los procesos educativos de sus hijos; y sólo 1 de cada 10 respalda el modelo de preservación, compra y herencia de plazas magisteriales.
