El pasado 26 de noviembre un niño de tan sólo 12 años puso una bomba en un mercadillo de Navidad establecido en la localidad de Ludwigshafen.
Uno de los asistentes al mercado informó sobre una mochila abandonado que lucía sospechosa, afortunadamente el sistema no detonó debido a una falla.
El menor es alemán y de padres iraquíes, ahora se encuentra recluido en un centro de detención de menores.