Día de la Independencia: Contraataque ¡no te la pierdas este verano!

Día de la Independencia: Contraataque (Independence Day: Resurgence, 2016)

Director: Roland Emmerich
Cast: Jeff Goldlum, Liam Hemsworth, Bill Pullman
Clasificación: B (Violencia no apta para niños muy pequeños)
Género: Ciencia Ficción, Acción
Duración: 123 minutos
Estudio: Twentieth Century Fox
Calificación: 7.5 de 10

Por Armando Guajardo Hace 20 años, la película más taquillera de la historia era Jurassic Park, que con sus revolucionarios efectos visuales vencería a los blockbusters de aquel entonces, E.T.Star Wars. Aquella nueva tecnología de efectos generados por computadora había llegado para quedarse, ya que en el 1996 llegarían Twister con sus tornados virtuales, y El día de la Independencia, de Roland Emmerich, película sumamente exitosa que también hacía uso de los recursos que brindaba esta tecnología. Y así es como en este 2016 llega la secuela, con el estreno en los cines de todo el mundo de El Día de la Independencia: Contraataque.

La cinta narra los sucesos en el planeta tierra, después de 20 años de la invasión alienígena, con la amenaza de un nuevo ataque.

La película es dirigida por Roland Emmerich, quien se puede decir que es el rey de la destrucción cinematográfica. A través de los años, su reto ha radicado en superarse a sí mismo. ID4, Godzilla, El día después de Mañana. Cada una de ellas tiene destrucción a escala mundial. Y no sólo eso, ya que hay una gran cantidad de películas de los últimos años que han seguido sus pasos. Desde Avengers a Transformers, hemos visto mucho de estas de estas secuencias en tiempos recientes. Creo que con esta secuela ya no había mucho que plasmar que fuera completamente nuevo, así que optaron por buscar algo a mayor escala. El resultado al respecto es una secuencia bastante breve, en la que gran parte de ella ya habíamos visto en los trailers. La película no busca tanto la invasión planetaria como lo fue en la cinta original, sino en la historia enfocada en, como su título en español lo dice, el contraataque.

En el lado positivo, la secuela no se va por el camino fácil de contar la misma historia otra vez. Sí, tiene muchos elementos de la cinta original. Aquel mundo ya no es el mismo. La invasión alienígena ha cambiado por completo el curso de su historia. Ahora es un mundo más unido, y que ha desarrollado mucho más la tecnología. La cinta se aprecia muy futurista, que de pronto asemeja cintas como Star Treko Starship Troopers, lo que marca una evolución de la película de 1996. De alguna manera esta secuela te pide haber visto recientemente ID4, ya que hay varias situaciones y personajes que requieren de tener la continuidad a la mano, y algunos espectadores podrían confundirse.

La película adolece de algunos factores. Como ya sabrán, Will Smith ya no regresa (Cobraba 50 millones de dólares por hacer 2 secuelas) y se siente su ausencia. En su lugar tenemos a Liam Hemsworth (hermano de Chris “Thor” Hemsworth) y aunque no hace mal su trabajo, pasa sin pena ni gloria. Hay muchas subtramas y una gran cantidad de personajes en lugares distantes, que de pronto se pierde uno en la historia. Hay 4 o 5 guionistas en los créditos y creo que el guión podría haberse simplificado un poco. Algo de lo que más se extraña en esta secuela, es la música de David Arnold, que era de lo más memorable de ID4.  Se sabe que ha dejado de trabajar con Roland Emmerich desde hace años, y ahora la música es compuesta por Harald KloserThomas Wanker. El resultado es un poco genérico y lo más rescatable es cuando recurren en un par de ocasiones a los temas originales.

La película marca el regreso de Dean Devlin, productor y guionista, que había trabajado junto a Emmerich en sus primeras películas, pero por alguna razón se habían distanciado. El resultado final es algo similar a lo que pasa en varias secuelas de hoy en día, como en la reciente  Jurassic World. Mucha nostalgia, más efectos visuales, mayor presupuesto, pero no necesariamente una mejor historia y mucho menos buenos personajes. A pesar de todo, es una buena cinta de verano que hay que ver sin falta, en una buena sala, y con la mejor pantalla y sonido posibles.