Día de la menopausia, 5 retos para superarla

El 75 por ciento de las mujeres entre los  45 y 55 años de edad sufre molestos síntomas propios de la premenopausia y la menopausia, debido a los cambios hormonales experimentados durante estas etapas.

Se trata de signos físicos y emocionales de carácter agudo, que si bien no suponen una amenaza para la salud, sí que influyen en la dinámica social y laboral de las mujeres que los padecen influyendo por lo tanto en su calidad de vida.

Síntomas

1.Durante la premenopausia y la menopausia se producen cambios en la fisiología de la mujer como resultado del cese de la función ovárica y de la transición del periodo reproductivo al no reproductivo.

La premenopausia suele comenzar en torno a los 45 años y los primeros signos generales que experimentan las mujeres son fatiga, retención de líquidos, sudoración, junto con cambios en el estado de ánimo, irritabilidad y problemas para conciliar el sueño.

2. Alrededor de los 50 años, esos trastornos fisiológicos se agudizan, llegando incluso a desembocar a largo plazo en osteoporosis y en un aumento del riesgo cardiovascular. Desaparece la menstruación durante 12 meses consecutivos.

¿Cómo superarla?

1. Hacer ejercicio físico

La actividad física es importante para conseguir beneficios cardiovasculares y retrasar la aparición de trastornos, y ayuda a mantener la fuerza muscular y evitar caídas.

2. Alimentación sana

Reducir el consumo de grasas y azúcares, así como aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales y de productos que contengan calcio, como los lácteos. Además, la vitamina D es crucial para fortalecer los huesos y evitar problemas de osteoporosis.

3.  Moderar el consumo de alcohol y café y otros estimulantes perjudiciales. Más de dos o tres tazas de café diarias o más de dos vasos de vino al día no son recomendables.  Reducir la sal en las comidas. La sal incrementa la tensión, por lo que no hay que abusar de ella.

4. No fumar. El tabaco puede adelantar el comienzo de la menopausia, por lo que hay que evitar fumar y, en la medida de los posible, ser fumadora pasiva.

5. Evitar la automedicación con hormonas u otros medicamentos. Es muy importante consultar con el médico y el farmacéutico para fomentar el cumplimiento terapéutico y realizar un seguimiento farmacológico.

El empleo de soluciones nutricionales que contengan isoflavonas de soja y/o lúpulo puede ser un recurso de gran ayuda para combatir los efectos emocionales y físicos de la mujer en esta etapa de la vida.