Día Mundial de la Salud, riesgos de la hipertensión

La hipertensión es la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida.

El corazón ejerce presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano. Esta acción es lo que se conoce como presión arterial. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima, con cada relajación.

La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo.

Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias.

En aquellos pacientes que ya han tenido un problema cardiovascular, la hipertensión puede intensificar el daño.

Riesgos de la hipertensión:

1. Propicia la arterioesclerosis (acúmulos de colesterol en las arterias) y fenómenos de trombosis (pueden producir infarto de miocardio o infarto cerebral).

2. En el peor de los casos, la hipertensión arterial puede reblandecer las paredes de la aorta y provocar su dilatación (aneurisma) o rotura (lo que inevitablemente causa la muerte).

3. La elevación de la presión arterial también puede causar la rotura de una arteria y ocasionar una hemorragia cerebral (ictus o accidente vascular cerebral hemorrágico).

4. La hipertensión causa rigidez en las arterias que suministran la sangre a los riñones. Pero también perjudica al propio riñón, lo que puede desembocar en una insuficiencia renal que incluso requiera diálisis.

5. Si afecta a las arterias de las piernas causa dolor al caminar.

6.Si daña las arterias de la retina provoca alteraciones en la visión.

7. En los hombres puede ser causa de impotencia.

Factores de riesgo

1. La hipertensión arterial no produce síntomas y puede pasar inadvertida.
2. Es más frecuente a partir de los 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.
3. Hay predisposición familiar, aunque se da también en personas sin antecedentes.