Para Diana Llano ha llegado el momento de emplearse a fondo, de dejar de boicotear su verdadera vocación y de lanzarse con todo en busca de cumplir su sueño: ser actriz, como la vida le reveló desde que tenía tres o cuatro años de edad.
Hija de dos afamados comunicadores que, de alguna manera siempre se resistieron a la idea de que le agradara la farándula, Diana comenzó a hacer comerciales a los 15 años, a la par que hacía voces y algunas otras colaboraciones para el negocio de sus padres, quienes tenían una cabina de radio en casa.
Aunque siempre tuvo diferencias con su madre, ante su insistencia ésta aceptó llevarla a cursos de verano en el Centro Cultural Virginia Fábregas, donde se acentuó su vocación actoral. Llano tuvo entonces alguna incursión como cantante en un mesón que frecuentaba su padre, y entre casting y casting, le empezaron a caer buenas oportunidades.
Diana decidió confesar una experiencia terrible que vivió el 7 de junio del 2007 donde fue violada estando en su cuarto mes de embarazo que como consecuencia tuvo dos embarazos de alto riesgo.
