La historia de Cuauhtémoc Blanco en el América ha estado llena de éxitos. Es muy poco probable que alguien afirme lo contrario. Es el segundo mejor goleador del equipo, con 125 goles, campeón en el 2005, y protagonista de varios momentos más que escapan a las estadísticas.
Por todo lo que ha hecho en las Águilas, quiere retirarse ahí. Sin embargo, parece que su sueño se verá frustrado, y es que el público lo quiere de regreso, pero los directivos parecen no estar dispuestos. Hubo pleitos con el presidente Michel Bauer, quien después de haber retirado el número 10 de la playera del América en honor a la trayectoria del jugador, la regresó al terreno de juego para otorgársela a otro ex delantero del equipo, el paraguayo Salvador Cabañas. Ante esta decisión, Cuauhtémoc, todavía del Irapuato, dijo: “Espero que ya no esté cuando vuelva (refiriéndose a Bauer), porque fue una falta de respeto. No quedé muy bien con él, la verdad es una falta de respeto.” Ahora parece que esas palabras están en contra del jugador.
“Mi celular nunca sonó, no le voy a llamar, varias veces lo hice y se iba a otro equipo.”, dijo Carlos Reinoso.
Por otra parte, el técnico actual, Carlos Reinoso, también guarda cierto resentimiento contra el jugador, pues cuando fue entrenador del equipo de Querétaro ya tenía la palabra de el “Temo” para estar con su plantel, pero de forma inesperada cambió de parecer para enrolarse con el Veracruz. De acuerdo a lo anterior, el técnico de las Águilas dijo recientemente: “A “Cuau” siempre lo busqué y siempre se iba a otro equipo, ahora yo no estoy en edad (o posición) de andar buscando a los jugadores.” Con esto marcó disimuladamente su enfado. Aunque dijo de forma políticamente correcta que “tiene las puertas abiertas del América”.
La situación de Blanco es apremiante, pues la siguiente semana inicia temporada la Liga de Ascenso, por lo que en estos días debe definir su situación. Por esto quizá el jugador escribió en su cuenta de Twitter: “Esperando ya respuesta del América”, que parece se quedará esperando.
Fuente: Excelsior