Decirle al oído palabras “sucias” a tu pareja estimula el líbido. La estimulación por medio de las palabras juega muy importante a la hora de tener sexo y eleva la temperatura del encuentro sexual.
“Decir o escuchar palabras cargadas de erotismo estimula la transmisión de dopamina, que juega un gran rol en la excitación sexual”, explicó Ian Kerner, PhD, autor del libro Passionista.
El dirty sex debe usarse en el momento adecuado, con una entonación indicada, y con la intención total de excitar más a la pareja.
Te damos algunos ejemplos del vocabulario que entra en la categoría de “palabras sucias”:
1. “Estoy llegando”, “me voy a venir” son de las las frases más sencillas, pero que más excitación provocan.
2. “Me encanta que me”: frotes, toques, acaricies, beses, lamas, etc. seguido de la zona que tu pareja está estimulando: pezones, piernas, cola, ombligo.
3. “Cógeme” es la palabra detonante para iniciar posterior al juego erótico que provocó pasar al siguiente nivel.
4. Palabras sobre el buen desempeño de tu pareja: “que rico besas”, así se hacen explícitas las cualidades de él o ella en la cama, y saben que están cumpliendo con su misión de darse placer.
5. “Qué dura la tienes”. Provoca grandes momentos bajo las sábanas, pues él se sentirá como todo un semental.
6. “Dame duro”. Con estas palabras estarás impulsando su desempeño, pues en cuento él la escuche, sacará de sí toda su energía para hacerte llegar al orgasmo.
Las “palabras sucias” surgen sin que te lo propongas, las puedes ir afinando y aumentado el vocabulario.