Durante la ceremonia anual por la memoria de los policías caídos en el cumplimiento de su deber, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidio que se estableciera la pena de muerte automáticamente contra asesinos de policías, esto como un recurso para responder a las agresiones de que son víctimas.
“Creemos que los criminales que maten a nuestros policías deberían recibir la sentencia de muerte. Hay que traerla” dijo ante cientos de elementos del cuerpo de seguridad civil.
Según el Fondo Memorial Nacional de Policías, en 2017 un total de 128 agentes perdieron la vida durante su deber, 44 de ellos a tiros. Sin embargo, en el mismo tiempo, 964 personas inocentes murieron a manos de policías, cifra similar a la registrada en 2016.