¿Dónde quedó la campaña en Edomex?

Mañana termina la campaña por la gubernatura del Estado de México, y estoy segura que hay mucha gente que ni siquiera se ha enterado de que en los últimos 45 días, el Estado -y también gran parte del país – han estado inmersos en el proceso electoral más importante del año.

Si es tan importante, ¿por qué ha sido tan desanimadas, con tan pocos acontecimientos que hayan llamado la atención? ¿Tan aburridas, dirían algunos?

La razón es muy sencilla: toda la campaña la llevó a cabo un solo candidato. Ni Luis Felipe Bravo Mena, del PAN, ni Alejandro Encinas, de la coalición ‘Unidos podemos más’ hicieron campaña. Entre los dos, se dedicaron más bien a lograr el segundo lugar, sin siquiera intentar cerrar la brecha de más de 30 puntos que los separaban de Eruviel Ávila.

Eventos sin ninguna fuerza mediática, sin pronunciamientos de interés, sin “echar la carne al asador”. Y esto no solo por parte de los candidatos, sino también de los partidos.

¿A quién culpar por los pésimos anuncios de Bravo Mena, que no comunicaban y no llegaban a nadie?

¿Por qué Encinas enfocó su campaña completa y abiertamente contra Enrique Peña Nieto, en vez de contra su adversario?

Al final, Bravo Mena y Encinas demostraron que, tras sus candidaturas, hay intereses más fuertes. Entraron a la contienda con la consigna de hacer el mejor papel posible, pero ya sabiéndose derrotados.

En el caso de ambos, quedó muy claro que a sus partidos no les interesó apoyarlos; tienen ya la mira puesta en 2012, y desde el principio, dieron el Estado de México por perdido.

Desde ahora ya están buscando justificaciones y culpables sobre por qué van  perder las elecciones; pero todo se reduce a esto.