Amanda estaba enfiestada, pero sus hijas agonizaban al interior del auto. De 19 años, Amanda disfrutó de bebida, comida chatarra, baile, pero a escasos metros, sus dos hijas, de uno y dos años, respectivamente, lloraban, y no le importó. Hasta el día miércoles, 15 horas después de haberlas dejado al interior del auto, y con una temperatura que rebasaba los 30 grados centígrados, las halló inconscientes.
Los titubeos en sus declaraciones terminaron por delatar a la joven, quien confesó su desatención. Autoridades del condado ed Kerr, en Texas, presentaron dos cargos contra la joven y se le ha fijado una fianza de 70,000 dólares. En caso de que sea declarada culpable, podría recibir una condena de dos años.
Con información de El Excélsior