Ebrard contrata a Aristegui para armar historias contra sus adversarios

Para la periodista Carmen Aristegui y su equipo de investigaciones especiales llegar al tema de “La Casa Blanca” de Angélica Rivera, tiene un origen en una estrategia de ataque que venía preparando desde 2010 Marcelo Ebrard.

Según la información revelada por el periodista Salvador García Soto en El Universal, “lo que se presentó como un hallazgo periodístico y se dijo que su descubrimiento partió sólo del ejemplar de la revista Hola, donde Rivera se ufana de la casa que la familia Peña-Rivera planeaba habitar al terminar su mandato, fue en realidad un expediente político que se comenzó a confeccionar varios años antes, por lo menos desde 2010, y en cuya investigación y armado participó un equipo especializado de inteligencia y espionaje político que trabajaba bajo las órdenes del entonces jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard“.

Todo indica que en 2010 Ebrard, que ya se veía como el candidato fuerte de la izquierda a la Presidencia de la República y se perfilaba para contender el priísta Enrique Peña Nieto, empezó a armar el llamado C4 (Centro de Inteligencia y Seguridad de la ciudad de México) con un grupo de ex agentes de Cisen y PGR expertos en inteligencia y espionaje político.

El C4 se encargó de integrar expedientes de personajes que podrían contender por la presidencia. “Peña fue uno de los principales objetivos de aquella búsqueda, incluidos sus familiares y amigos más cercanos”, escribe García Soto.

“Aprovechando las fuentes de información de primera mano que tenía: registros públicos de la Propiedad y Comercio, licencias de construcción o juzgados en la ciudad, por ejemplo, el grupo integró varios expedientes con documentos e información oficial que fueron entregados a Ebrard para que los usara para sus fines y proyectos personales y políticos.

Sin embargo, la historia cambia cuando Ebrard vio sus aspiraciones presidenciales truncadas. Es cuando decide dejar los expedientes para usarlos en un momento que le fuera más favorable.

En 2012 pudo sacarlos pero “el jefe de Gobierno leyó las encuestas y supo que un golpe así haría caer a Peña Nieto y Andrés Manuel se enfilaría solo a la Presidencia, algo que a él poco le convenía. Entonces decidió guardar el expediente que podría ser útil ya en el sexenio peñista”.

¿Por qué sacarlo ahora?

Marcel Ebrard perdió toda oportunidad en la segunda mitad de 2013, cuando se creía serio candidato a la presidencia nacional del PRD y Miguel Mancera lo sacara de la jugada con la denuncia de la obra cumbre del sexenio ebrardista la Línea 12 de Metro.

“Con su imagen por los suelos, Marcelo determinó que era el momento de sacar el expediente de la casa blanca que en ese momento le serviría para un doble objetivo: vengarse de Mancera por su traición y pegarle directo a la línea de flotación de su nuevo gran aliado Peña Nieto. Para ello Ebrard buscó en junio de este año a la periodista que es el referente obligado de la izquierda en medios de comunicación, Carmen Aristegui, y le propuso un trueque: la entrega del expediente a cambio de un escándalo político y periodístico de talla mundial”.

Así inició Aristegui la investigación con su grupo de periodistas, con el expediente que Marcelo Ebrard le entregó, y con la entrevista que la Revista Hola había realizado a Angélica Rivera.

“Habían confluido dos propósitos: el de un político ávido de venganza de quienes lo denostaron y el de un equipo de periodistas que vio la oportunidad de consagrarse con una noticia que pintaba para un tercer objetivo: tirar a un presidente”.

Fuente: El Universal