Educación en Oaxaca negocio familiar, identifican nombres de maestros de la sección 22 que ganan sumas millonarias

En Oaxaca unas cuantas familias se benefician con el reparto de puestos de maestros en el estado, básicamente la sección 22 de la CNTE ha hecho de la educación en Oaxaca un negocio familiar rentable.

Aunque la disidencia magisterial se jacta de ser un movimiento horizontal de masas, en la realidad, no lo es, solo unas cuantas familias se benefician. Entre ellos se reparten el “pastel”.

Una pequeña élite se ha apoderado de salarios millonarios y hasta la posibilidad de agasajarse con plazas duplicadas, aun sin trabajar. Son lujos que se encuentran reservados, en su mayoría, a la dirigencia de la sección 22.

Milenio realizó una investigación en bases de datos de la Secretaría de Educación Pública, hechas públicas por primera vez este año tras la reforma educativa.

“Se trata de los listados del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo (FONE), en los que se incluyen los nombres, apellidos y salarios de los más de 90 mil profesores que laboran en Oaxaca. Es información que, por años, la cúpula de la sección 22 trató de mantener en secreto y que permite detallar, a nivel radiografía, qué tan dispar puede ser la vida económica al interior del magisterio radical. En resumen: la CNTE sacada del terreno de la retórica y llevada al de los números”, señala la publicación.

Explica que en términos globales, la coordinadora se rige bajo un modelo de mucho para pocos y poco para muchos, según se refleja en las estadísticas contenidas en el FONE. Tanto, que la CNTE misma puede dividirse en cinco clases.

Esas cinco clases van desde el tope de salarios cobrados al gobierno federal que son para la hiperélite de 12 maestros que ganan hasta 170 mil pesos mensuales, o 2 millones al año.

A los maestros cúpula les siguen otros 85 cuyos salarios van de 100 a 133 mil pesos mensuales. Ahí, en esa segunda franja, se encuentra la mayoría de los integrantes del Comité Ejecutivo de la sección 22, incluido su dirigente, Rubén Nuñez; Jerónimo Martínez Ambrosio, secretario de Asuntos Jurídicos, o Benito Vázquez, de la comisión de prensa. A ellos sigue una tercera clase, integrada por 670 profesores que ganan entre 66 y 88 mil pesos al mes.

Luego viene otra clase mayor y menos favorecida. Son 5 mil maestros que ganan de 66 a 33 mil pesos mensuales, entre los que se pueden encontrar liderazgos regionales y grupos de choque visibles en las marchas callejeras:  Norma Cleyver, de la sección Valles Centrales; Carmen López Vázquez, de la sección Ciudad y Othón Nazariega, de la sección Periferias son tres muestras.

“La desigualdad en la sección 22 no solo es económica. Para la dirigencia colectiva de la coordinadora, integrada por 34 profesores que se reparten distintas carteras, hay otros beneficios. En total, 26 gozan de plazas duplicadas. Es decir, cobran doble, aunque en la práctica pocas horas dedican a la educación y se enfocan más a labores sindicales”.

Por ejemplo, el secretario de Organización, Francisco Manuel Villalobos, gana en una plaza 71 mil 609 pesos trimestrales. En la otra, 53 mil. La misma duplicidad se repite en las secretarías de Trabajos y Conflictos de Educación Especial, la de Créditos, la Técnica y la de Pensiones y Jubilaciones, por mencionar unas pocas.

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