Efectos positivos por la aprobación de la Reforma Energética

El debate sobre la Reforma Energética ya muestra resultados, el pleno de la Cámara Alta la aprobó y con ello se apuesta por la modernización de la industria energética.

Las miradas de inversionistas y especialistas a nivel nacional e internacional están puestas en México, los mercados financieros también han estado atentos a los resultados del debate, el optimismo observado en el mercado financiero mexicano está relacionado directamente con las perspectivas positivas que se han generado en torno de la aprobación de la Reforma Energética, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) lo confirma.

La prueba: el tipo de cambio peso-dólar recientemente finalizó en un precio de $12.87, nivel que no se observaba desde finales de octubre, comparado con las últimas cotizaciones del cierre previo, ubicado en $12.92, lo que representó una apreciación de 0.39%.

Los mercados de divisas y accionario también seguirán mostrando optimismo en los siguientes días, según los especialistas, gracias a la aprobación de la reforma.

Lo que ha destacado hasta ahora en la propuesta son las modalidades que van desde contratos de servicios, de utilidad o producción compartida, por cuenta de la nación, además de la exploración y extracción de crudo de hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos, incluyendo las que puedan realizar las empresas productivas del gobierno con particulares.

El proyecto incluye la posibilidad de que las empresas privadas que participen no podrán registrar como suyas las reservas de petróleo y gas, y aunque podrán hacerlo para efectos contables y financieros, será bajo la condición de que se afirme que los hidrocarburos son propiedad de la nación.

El modelo de apertura previsto en la reforma le brindará al Estado la posibilidad de manejar una amplia y competitiva gama de tipos de contratos y mecanismo para proyectos como el de gas y petróleo de lutitas.

En petroquímica, transporte, distribución, venta de combustibles y electricidad, lo que significa una apertura con un esquema regulador adecuado.

Expertos, autoridades e inversionistas coinciden en que una nueva política industrial y de desarrollo regional, que permita potencializar y derramar los beneficios de las reformas, es lo que la nación necesita.

En este sentido, debemos tomar en cuenta que la nueva política de la industria de energética es de gran calado, e incluye un aspecto de suma trascendencia y que sin duda será un parte aguas en la historia mexicana, un proceso de despetrolización de las finanzas públicas con el consiguiente desarrollo del sector energético, la Reforma era necesaria, si queremos dejar de depender de los yacimientos hasta ahora conocidos y que, sobra decirlo, se están acabando.

Para explotar los recursos con los que cuenta nuestro país, se requiere de un desarrollo tecnológico con el que, todos sabemos, no contamos.

El esquema energético nacional se vislumbra favorecedor, y en el desarrollo de la industria energética en toda su complejidad, más allá del petróleo ya se puso el primer ladrillo.