Troy Davis, condenado a muerte por el asesinato de un policía en 1989, fue ejecutado hoy con una inyección letal en Georgia, Estados Unidos, tras varios intentos de última hora de su defensa para salvarle la vida, y pese a las dudas sobre su culpabilidad y las numerosas peticiones de clemencia.
La ejecución se llevó a cabo a las 22:08 horas de México, después de que la Suprema Corte de EE.UU. rechazara una apelación de los abogados de Davis, afroamericano de 42 años.
7 de los 9 testigos que declararon en su contra en el juicio, posteriormente se retractaron, según su defensa.
Sin embargo, los fiscales se apoyan en un informe de balística que sostiene que había similitudes suficientes entre los casquillos de bala encontrados en el sitio del homicidio y los hallados en el lugar de otro tiroteo en el que participó Davis, como para demostrar que podrían haber provenido de la misma arma.
La madre del policía asesinado, Anneliese MacPhail, se mostró satisfecha ante la decisión de la Corte Suprema en declaraciones a la cadena CNN, después de haberse declarado poco antes “devastada” por la demora, puesto que afirma estar convencida de que Davis es culpable.
Fuente: Agencia EFE