Fue condenado por el asesinato de su esposa y sus dos hijos en 1992. Ramos, originario de Aguascalientes, es el mexicano número 12 en ser ejecutado en Estados Unidos.
La ejecución se llevó a cabo en la Unidad Carcelaria Walls, en Huntsville. Perdió la vida por medio de una inyección letal, a los 64 años de edad.
Moreno vivía con su mujer, Leticia, entonces de 42 años, y sus hijos Abigail, de 7 y Jonathan, de 3, en la pequeña localidad tejana de Progreso.
El 7 de febrero de 1992, uno de sus vecinos “oyó un grito de mujer y la esposa del señor Moreno Ramos y sus hijos nunca volvieron a ser vistos”.
Por su propia confesión se supo del triple crimen. Moreno Ramos fue detenido el 30 de marzo de 1992 por infracciones de tráfico. Una semana después él mismo confesó haber asesinado y enterrado a su familia.
Las autoridades encontraron el 7 de abril los cuerpos enterrados en la vivienda en Progreso, ciudad fronteriza con México.