Con más de 500 pasajeros de origen europeo a bordo, interesados en conocer el mundo maya que se despliega en el sureste mexicano, el Airbus A-380 aterrizó este miércoles a las 16:04 horas en la terminal tres del Aeropuerto Internacional de Cancún.
La llegada del avión más grande del mundo fue seguida por casi mil personas que acudieron al aeropuerto de esta ciudad para presenciar el acontecimiento que tuvo como invitados de honor a ejecutivos de Air France, del grupo Aeropuertos del Sureste (Asur), y de autoridades y empresarios locales.
Jerome Salemi, director de Airfrance KLM, calificó el acontecimiento como un “gran gesto de amistad” entre Francia y México y anuncio que la compañía aumentará de cuatro a cinco las frecuencias en los vuelos Paris-Cancun.
El Airbus A-380 cuenta con cuatro reactores, dos pisos y pertenece a una nueva generación de aviones. Airfrance cuenta con 10 de este tipo de aeronaves dentro de su flota.
El vuelo de París a Cancún duro 10 horas con 30 minutos. El avión trae consigo el logo de los 80 años de Airfrance, pues se trata de un vuelo emblemático.
Sólo Brasil, antes de celebrarse el Mundial de Fútbol, seria capaz de recibir al Airbus en seis meses. “De momento la oportunidad fue solo en Cancún”.
El aeropuerto del DF transporte 32 millones de pasajeros y el de Cancún, 15 millones.
