El Campo y el “Pacto por México”

Cuánta razón tiene el Maestro Antonio Navalón al decir:”No existe política más estable, ni más avanzada, ni que se defienda mejor, que la que crea riqueza para todos”.

Garantizar la seguridad alimentaria de un país, además de ser una plataforma de bienestar general, es una condición fundamental para la estabilidad social, política y económica del mismo.

Con el objetivo primordial de terminar con la pobreza extrema, el gobierno de Enrique Peña Nieto  se abocó a crear un Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza que se dedicará fundamentalmente a eliminar el carácter asistencial y el uso electoral de los programas sociales, con el objetivo máximo de centrar sus esfuerzos en garantizar el derecho universal a la alimentación de todos los mexicanos, principal indicador de la pobreza.

Pero ante los embates de la crisis internacional y la presión actual que tienen los precios de los alimentos a nivel mundial, la mejor estrategia es aprovechar esta coyuntura para reactivar el campo mexicano, por un lado para garantizar la seguridad alimentaria como una política de Estado, para contener el precio de los alimentos, erradicar la pobreza extrema y por otro lado además, esperemos que de una vez por todas, promover a un sector de la economía que actualmente produce muy por debajo de su potencial.

Dentro del “Pacto por México” hay tres compromisos muy concretos:

1. “La erradicación de la pobreza extrema debe garantizar un mínimo fundamental: la alimentación. Por eso, la más alta prioridad la tendrá el garantizar que ningún mexicano padezca hambre” (Compromiso 6)

2. “Se impulsarán medidas que combatan la intermediación y garanticen una adecuada comercialización de los productos del campo que se traduzca en mayores beneficios para los productores y mejores precios para los consumidores” (Compromiso 64)

3. “Se incrementará la productividad agropecuaria a partir de una política de otorgamiento de crédito oportuno y a tasas preferenciales a pequeños y medianos productores. De igual forma, se reorientarán los subsidios para asegurar un apoyo a dichos productores. Se impulsará el incremento de la tecnología, con particular atención en la modernización de los distritos de riego, y la correcta articulación de las cadenas productivas de valor” (Compromiso 65)

La semana pasada tuvo lugar la Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario y durante su clausura, Peña Nieto fue muy contundente en el tema:

“La reactivación del campo es una de nuestras mayores prioridades, vamos a cambiar el paradigma, el sector no debe estar condenado a la pobreza, el campo mexicano está en condiciones de competir con los mejores del mundo”

Los objetivos del Gobierno para el campo son hacer un sector justo, productivo, rentable y sustentable, pero que es lo que realmente se necesita para recuperar todo el terreno perdido en las últimas tres décadas, además de las buenas intenciones del  nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto y del “Pacto por México”?

En primer lugar la mayor inversión debe de estar focalizada en capacitación, innovación y tecnología que le permitan a nuestros productos tener un mayor valor agregado además de la productividad.

México tiene grandes ventajas climáticas que otras naciones no tienen y hay que aprovecharlas, estas nos permitieron por años incursionar en otros mercados, incrementando nuestras exportaciones, pero el uso de las nuevas tecnologías de riego y micro climas artificiales desarrolladas en los últimos años en otras latitudes, aunado al olvido en el que se dejó a nuestros campesinos, terminaron por ganarnos la batalla.

Ya era hora de voltear nuestros ojos al campo, puede convertirse en uno de los motores más importantes del desarrollo  del país, a la par de la Educación, y en un generador muy importante de paz social.

Datos duros:

En el ejercicio fiscal de 2013 se solicitaron 300 mil millones de pesos para el desarrollo del campo, 11.4 por ciento más del monto solicitado en 2012

Juan Carlos Cortés, presidente saliente del Consejo Nacional Agropecuario, declaró que actualmente México importa más el 50 por ciento de lo que consume y si no se toman acciones en 2030 se podría llegar a importar hasta el 80 por ciento.


Lic. Rafael Zaga @razagave