El cerebro procesa estímulos durante el sueño

El cerebro continúa procesando estímulos durante el sueño, esencialmente palabras y voces, según revela un estudio del científico francés Sid Kouider sobre la actividad cerebral informó ayer  oficialmente el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CRNS).

El trabajo realizado por Kouider y su equipo del Laboratorio de Ciencias Cognitivas y Psicolingüísticas consistió en entrenar a un grupo de voluntarios para que, de manera automática, levantaran la mano derecha o izquierda cuando escuchaban una palabra referida a un animal o a un objeto, destaca EFE.

El ejercicio continuó mientras los participantes en la prueba iban cayendo dormidos, sin dejar la tarea de clasificación y al tiempo que los científicos seguían el experimento con imágenes de la actividad cerebral.
Una vez los pacientes estaban en estado de sueño profundo e inconscientes, el científico francés observó cómo continuaban activas las mismas partes del cerebro que cuando estaban despiertos, lo que resulto un éxito.

“El cerebro es, por  lo tanto, capaz de percibir los sonidos de su entorno, extraer el significado de las palabras y decidir qué acción llevar a cabo: mover la mano derecha o la mano izquierda”, resumió el CNRS sobre el estudio, publicado en la revista científica Current Biology.

El descubrimiento de Kouider y su equipo contribuirá a determinar la mejor manera de aprovechar nuestro tiempo de descanso, sin importar los procesos automáticos en los que esté inmerso nuestro cerebro, apuntó a la prensa  el CNRS.

La telepatía ya es algo real, algo posible. Lo que parecía algo más propio de la ciencia ficción o incluso de la magia negra se ha acabado consiguiendo a través de la tecnología, y los unos y ceros que componen la era digital.
Una persona en India consiguió enviar un mensaje sin hablar ni escribir a otra que estaba en Francia, según el sitio de intenet  esmateria.com.

El pasado mes de marzo se llevó a cabo un experimento en  el cual una persona que se encontraba en un laboratorio en la ciudad india de Thiruvananthapuram le enviaba un mensaje que contenía la palabra “hola” a otra que se encontraba en otro laboratorio en Estrasburgo.

 

Fuente: Pagina Siete