Durante 70 minutos, tiempo que duró el viaje de Mazatlán a la ciudad de México, Joaquín “El Chapo” Guzmán converso con los agentes que lo trasladaron después de su captura.
Según detallan los agentes dialogaron sobre el paradero de otros líderes de la industria de las drogas en su país y su relación con ellos. Entre otros temas “El Chapo” aceptó haber matado entre 2 mil y 3 mil personas.
Relató que cuando se escapó de la cárcel en enero de 2001, se escondió en el estado noroccidental de Nayarit y luego en su rancho de Baridaguato, Sinaloa.
Sus antiguos socios, los hermanos Beltrán Leyva, lo recibieron bien, pero luego supo que lo querían matar y por eso rompió con ellos, según dijo.
Señaló que tuvo una comida hace poco con Rafael Caro Quintero, “a quien ubicó en la sierra y sin ningún interés por regresar al negocio de la droga”.
También por uno de sus posibles sucesores, Ismael “El Mayo” Zambada, sobre quien estimó el mismo paradero.
Otro de sus socios es Juan José Esparragoza “El Azul”. Guzmán cree que está operando en Guadalajara.
También fue indagado sobre sus competidores más temibles en el mercado. Uno de ellos, es ‘El Lazca’, ex jefe de los Zetas, a quien tildó de “enemigo”, pero también de “caballero”.
En cambio, cuando le preguntaron por ‘La Tuta’ y los Caballeros Templarios no dudó en definirlos como “unos rateros mugrosos”.
