Joaquín Guzmán, el “Chapo”, es vigilado las 24 horas del día por custodios de la Comisión Nacional de Seguridad que están encapuchados para que no los reconozcan.
Los celadores lo observan en vivo y en monitores las 24 horas, donde sea que esté. En su celda, en alguna de sus 27 salidas que ha tenido al patio, mientras duerme con su antifaz para evitar la luz en los ojos, durante la hora que puede ver televisión, en sus 13 visitas familiares, cuando entra y cuando sale del baño.
El “Chapo” se encuentra recluido en el Centro de Readaptación Federal Social número 9 (Cefereso 9), ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde las autoridades han implementado un operativo de vigilancia conjunto entre los tres órganos de la Comisión Nacional: Policía Federal, Órgano Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social y los Servicios de Protección Federal.
Son 75 elementos en total los que están atentos a todos los movimientos que realiza Guzmán Loera, de sus abogados y sus visitas para evitar que, como lo hizo en el pasado, se apoye en ellos para enviar mensajes al exterior o planear una fuga.
Además, fuera del penal elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina apoyan los operativos de vigilancia de quien fuera líder del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con información del sistema penitenciario federal, El Chapo ha sido visitado en 13 ocasiones por familiares, salido al patio del penal 27 veces por espacio de entre 45 y 75 minutos.
También lo han visitado nueve ocasiones sus abogados y ha hablado con sus familiares cuatro veces por teléfono. Tiene autorizada una hora de televisión.