Reportaje publicado hoy por el Washington Post
Por Alexandra Olson y Martha Mendoza
En los 10 años que han pasado desde que escapó de una prisión de alta seguridad en un camión de lavandería, Joaquín ‘El Chapo” Guzmán se ha transformado, de un capo mexicano regular, al probable narcotraficante más poderoso en el mundo.
El capo con apariencia de niño, que hizo su histórica huida el 19 de enero de 2001, ha adquirido aún más control sobre el territorio mexicano en sangrientas batallas con sus rivales.
Su fortuna asciende a más de 1 billón de dólares, de acuerdo con la revista Forbe’s, que lo incluyó en la lista de “Las Personas Más Poderosas del Mundo” y lo colocó por encima de los presidentes de Francia y Venezuela. Sus tentáculos se extienden ya desde Argentina a Australia.
Ha hecho todo esto con una recompensa de 7 millones por su cabeza y evadiendo a miles de agentes de Estados Unidos y otros países dedicados a capturarlo y a destruir al cartel de Sinaloa.
“Tenemos personal dedicado exclusivamente al Chapo Guzmán. Esa es la importancia que le damos a atraparlo”, dice un alto oficial de la DEA en México, que no puede ser identificado por razones de seguridad. “Si sumas las fuerzas de los Estados Unidos y extranjeras que están en Centroamérica y Sudamérica, ciertamente miles de agentes están enfocados exclusivamente en la operación de Sinaloa”.
Guzmán, de 53 años, mantiene a las autoridades corriendo con el apoyo de muchos locales en su hogar en el estado de Sinaloa, donde supuestamente usa su riqueza para ayudar a los pobres, y su negocio de tráfico de drogas para dar trabajo a muchos. Se cree que se esconde en las montañas del “Triángulo Dorado” entre Sinaloa y Durango – un territorio tan remoto y sin ley que las amas de casa cultivan semillas de amapola para decoración y le puede tomar horas a la policía para llegar a la escena de un tiroteo.
Un cable de diplomáticos estadounidenses publicado por Wikileaks, cita al Secretario de la Defensa, General Guillermo Galván Galván, diciendo que Guzmán se mueve entre 10 y 15 lugares distintos para evitar ser arrestado y que tiene un equipo de seguridad de hasta 300 hombres.
“Con el Chapo, hay todo un acto de Robin Hood”, dice el oficial de la DEA a Associated Press. “La gente que está muy cerca de él puede no estar motivada para entregarlo”.
El escape de Guzmán de una prisión en Guadalajara fue una vergüenza para el entonces presidente de México, Vicente Fox, desatando acusaciones persistentes de que el cártel de Sinaloa es protegido por el PAN, partido de Fox. Esos rumores persiguen al presidente Felipe Calderón, sucesor de Fox y también del PAN.
“Es una mancha obvia en los gobiernos del PAN”, dice Manuel Clouthier, un diputado federal del PAN que hizo enojar a su partido el año pasado cuando acusó al gobierno de fracasar en una persecución seria del cártel del Chapo, o a los políticos y policías locales que lo protegen en el estado de Sinaloa.
“En Sinaloa, no tengo duda de que gobierna el crimen organizado”, dijo Clouthier, quien representa a Sinaloa. “Hay vecindarios enteros controlados por criminales. Cada día, hay más casas de lujo construidas donde sabemos que viven sin miedo”.
Calderón, que ha intensificado la lucha contra los cárteles de la droga más que cualquier otro líder mexicano, niega vehementemente favorecer al grupo de Sinaloa, también conocido como el cártel del Pacífico.
“La organización criminal del Pacífico está siendo golpeada en su liderazgo de manera sistemática”, dijo el vocero de seguridad Alejandro Poiré en una conferencia de prensa, tachando los nombres de traficantes de Sinaloa que han sido capturados desde que Calderón desplegó decenas de miles de tropas hace cuatro años para pelear contra los narcotraficantes en sus territorios.
El golpe más grande contra Sinaloa fue la muerte de Ignacio “Nacho” Coronel, el capo número 3 del cártel, quien murió en julio de 2010 en una balacera con soldados en Guadalajara.
Pero oficiales de seguridad del gobierno han sido sorprendidos aceptando sobornos del cártel de Sinaloa, aumentando las especulaciones de que algunos en las fuerzas del orden quieren dejar a su grupo prosperar mientras destruyen a sus rivales.
Nacido en la pobreza en el pequeño pueblo de Badiraguato, Sinaloa, Guzmán comenzó en el cártel de Guadalajara en los 80s, liderado entonces por el “padrino” mexicano, Miguel Ángel Félix Gallardo.
Después del arresto de Félix Gallardo en 1989, el grupo se separó, y Guzmán se encargó de las operaciones en Sinaloa, controlando las rutas de tráfico por Arizona, y peleando con el cártel de los Arellano Félix por la ciudad fronteriza Tijuana.
En 1993, sicarios asociados con los Arellano Félix intentaron asesinar a Guzmán en el aeropuerto de Guadalajara, pero en vez de eso mataron al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, indignando a los mexicanos. Guzmán fue arrestado días después en Guatemala.
Ocho años después de su condena de 20, el Chapo salió de la prisión federal Puente Grande en Guadalajara en un camión de lavandería. Supuestamente fue ayudado por el director de la prisión y una docena de guardias.
Fue después de eso cuando el nombre de el Chapo se empezó a convertir en leyenda, rivalizando con el colombiano Pablo Escobar, cuyo reino del terror se extendió durante 10 años antes de ser asesinado por la policía en 1993.
Guzmán fue el primero en romper un pacto de no-agresión hecho por los cárteles más importantes de México hace muchos años para pelear por las rutas de contrabando del norte del estado de Chihuahua del cártel de Juárez, de acuerdo con uno de sus antiguos aliados, Edgar ‘La Barbie’ Valdez.
Oficiales de Estados Unidos dicen que Guzmán prácticamente ha ganado esa batalla.
Incluso algunas de las más grandes victorias del gobierno mexicano en la guerra contra las drogas, parecen beneficiar al Chapo.
El líder del grupo de los Arellano Félix fue arrestado en 2006 y sus conflictivos herederos son demasiado débiles para enfrentarse en una pelea seria.
Ahora, Guzmán parece que finalmente está ganando Tijuana, la codiciada ciudad fronteriza que colinda con San Diego y que se le ha escapado por dos décadas. Las autoridades mexicanas dicen que la confiscación de 135 toneladas de marihuana en Tijuana en octubre – la más grande de la historia en México – probablemente pertenecía a Guzmán.
“La destrucción virtual del cártel de los Arellano Félix ha dejado un vacío, que está siendo explotado por el cártel y el Chapo Guzmán, quien es probablemente la cabeza del crimen organizado más poderosa de México”, dice Alan Bersin, comisionado de la Aduana de Estados Unidos.
El gobierno también ha desmantelado el grupo de los Beltrán Leyva, rivales de Guzmán desde que se separaron del cártel de Sinaloa en 2008.
Hay señales de que Guzmán se está moviendo para recuperar plazas de los Beltrán Leyva, que van de la ciudad de Aacapulco en el Pacífico, a los límites del sur de la Ciudad de México. En Acapulco, la semana pasada se encontraron los cuerpos decapitados de 14 hombres en un centro comercial. Letreros escritos a mano junto a los cuerpos estaban formados por “La Gente del Chapo”.
Los intentos de México para atraparlo solo han contribuido a incrementar su misterio.
Se rumora que produjo una elaborada boda pública en 2007, con una mujer de 18 años, a la que asistieron muchos oficiales y policías locales. La Policía Federal dijo que hicieron un operativo en la ciudad ese día, pero llegaron algunas horas tarde.
Puedes consultar el texto original en inglés en la página de Washington Post