Cada vez está más por los suelos la imagen de Abercrombie & Fitch.
Ahora sus ex modelos se revelan y denuncian a la elitista marca.
Chicos que trabajaron como modelos en las tiendas, confesaron al diario Die Welt la verguenza que tuvieron que pasar al “trabajar” para la marca.
Un chico que prefirió permanecer en el anonimato y que trabajó en una tienda de la cadena en Hamburgo, solo tenía que pararse afuera de la tienda, lucir su torso desnudo y preguntar: “Hey, what’s going on! Thanks for coming in!”.
“Calculo que habré dicho esta frase más de 2.000 veces” mencionó el joven que cobraba 30 euros la hora.
Un sueldo bastante alto para alguien y por hacer simplemente eso, pero para que le pagaran necesitaba seguir al pie de la letra la política de ‘look’ que le pedía Abercrombie & Fitch.
Desde las medidas, el porcentaje de grasa y hasta el aspecto de sus pezones, tenían que lucir igual a como el contrato estipulaba.
El chico afirma que fue desplazado luego de adelgazar unos kilos, lo mandaron al interior de la tienda donde ganaba menos dinero.
Decidió volver al gimnasio para recuperar su cuerpo y dejarse ‘tocar’ por chicos y chicas en la entrada del establecimiento.
“A veces me sentía como una prostituta”, admitió al diario.
Al trabajar al interior se dio cuenta que eran aún más duras las políticas: “Los logos de la marca deben estar perfectamente alineados en las prendas, como también las etiquetas. De lo contrario, el manager de la tienda vuelve a descolocar las camisetas y en el peor de los casos te echa”.
A esto se le suma la música que escuchan todo el día y el constante bullying laboral por el que pasan.
Para remediar la poca compra de su marca, Abercrombie & Fitch quiere empezar a vender tallas más grandes y reducir el tamaño de su llamativo logo en las prendas.
