Muy cerca de donde fueron encontrados los cuerpos de 72 migrantes centroamericanos en agosto pasado, ocho narcofosas fueron descubiertas en el estado de Tamaulipas. El hallazgo sucedió después de que fue reportado el secuestro de un autobús con 25 pasajeros a bordo el pasado 25 de marzo.
El gobierno de Tamaulipas informó que en las primeras seis fosas se encontraron 11 cuerpos, en la séptima, 43; y en la octava los 5 cuerpos restantes. En la población rural de La Joya, donde se encontraron las tumbas comunes, fueron arrestadas 11 personas, y liberadas otras cinco que se encontraban secuestradas.
Mientras el presidente Felipe Calderón condenó “enérgicamente” estos asesinatos, y los calificó de “cobardes y sin escrúpulos”, Amnistía Internacional demandó al gobierno de México que identificara los 59 muertos.
Rupert Knox, investigador de AI en México, afirmó: “La fosa común demuestra otra vez que el Gobierno de México está fallando al enfrentarse a la crisis de seguridad pública que vive el país y en la reducción de la violencia criminal que ha dejado a muchas personas en situación de vulnerabilidad frente a los ataques, secuestros y asesinatos”.
Aún no se confirma si entre los cadáveres están los 25 pasajeros del autobús secuestrado.
El descubrimiento de éstas fosas clandestinas sucedió el mismo día en que miles de mexicanos marcharon en ciudades de toda la República para exigir al Gobierno Federal un alto a la violencia, en medio de una guerra contra el crimen organizado que ha cobrado ya casi 40 mil víctimas.
Fuente: Agencia EFE