En los años 70s, el doctor Donald Cline era la salvación para muchas mujeres, quienes acudían a él para seguir sus tratamientos y quedar embarazadas.
Pero mientras que las mujeres creían que el doctor utilizaba el esperma de alumnos de odontología y medicina, este hombre usaba el suyo en secreto cuando no tenía donantes. Esto lo hizo ¡50 veces!
En el 2009, cuando ocho personas se enteraron de que él era su verdadero padre, estos lo demandaron por las mentiras y engaños con los que fueron procreados.
Sin embargo, tras años de juicios, el médico salió libre. Su defensa fue que, como ellas querían un bebé, no le parecía malo inseminarlas con su propio esperma.