2014 se presenta ante nuestros ojos como un año de grandes transformaciones, tanto a escala nacional como internacional. Las expectativas de crecimiento y dinamismo económico son más positivas y eso para México podría ser una gran oportunidad para despuntar económicamente.
La condición necesaria para que esto suceda se encuentra en la materialización de los cambios que se consolidaron en este año.
Las reformas transformadoras, prepararon el terreno, el siguiente paso es llevarlo a la práctica. Mientras tanto, los especialistas ya tienen en la mira a nuestro país, con la aprobación de la Reforma Energética.
El energético es un sector sumamente dinámico, la revolución del gas shale está transformando la economía de Estados Unidos, las reservas de gas con las que cuenta este país son suficientes para los próximos cien años, dicen los especialistas, México no puede quedarse sin hacer nada al respecto.
La Reforma Energética es la mejor oportunidad que tiene nuestro país para transformar su economía y elevar su potencial de crecimiento; una modificación en materia energética podría mover la Perspectiva de crecimiento del PIB nacional a rangos de entre 3% y hasta 4%.
La implementación de esta reforma, tomando en cuenta la certeza jurídica que transmitirá a los inversionistas interesados en apostar su capital en ese sector podrá impactar el crecimiento económico de México y de hecho también al conjunto de reformas que ya están aprobadas.
La oportunidad para PEMEX, como empresa estatal será para desarrollar negocios internacionales con empresas y países petroleros, internacionalizarse y acceder a reservas de hidrocarburos que hasta ahora han quedado fuera del alcance de la paraestatal, así como para llevar a cabo procesos de transformación industrial y actividades de comercialización y distribución en nuevos mercados en el extranjero.
En este escenario, México tendrá carta abierta para que PEMEX logre fortalecerse como compañía petrolera de clase mundial abarcando toda la cadena de valor de la industria petrolera mediante actividades, proyectos e inversiones internacionales.
Pero esto solo podrá lograrse con un marco jurídico y reglas de operación bien definidas, que eliminen las trabas que hasta ahora han rezagado al sector,
Lo cierto es que todos deseamos que en México, puedan incrementarse las reservas y producción de energéticos, haciendo fuertes inversiones de exploración y desarrollo tanto dentro como fuera del país, que se realicen actividades de transformación industrial como refinación y proceso de gas, asegurando mercados para la venta de hidrocarburos con la implementación de nuevas tecnologías y con la generación de empleos de la que es capaz nuestro sector.
Ana Luisa García La Sienra
