El Jueves de Corpus Christi

La festividad del Santísimo Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo o Corpus Christi  es de las festividades católicas más arraigadas

Padres orgullosos llevan de la mano a sus pequeños hijos vestidos de indígenas; calzados con huaraches, los niños cargan pequeños huacales con frutas, verduras y flores.

Escenarios imitando jacales, adornados con artesanías populares, plantas, flores, aves y burros en vez de mulas, hacen su agosto en junio fotografiando a los inocentes y felices chicos junto a sus padres, para eternizar el hermoso recuerdo de ese día.

Las famosas mulitas de diferentes tamaños y formas que invaden las banquetas.

Tule, barro, vidrio soplado y las hechas con hoja de maíz abundan.

El origen de la fiesta es en el siglo xiii, cuando la madre Juana, priora del convento Monte-Cornillón de Lieja en Bélgica, dominada por el profundo amor que profesaba a la Sagrada Eucaristía, y al no haber ninguna festividad que solemnizara la augusta institución de Jesucristo, quiso iniciarla

El Papa Urbano IV, hizo extensiva esta fiesta a todo el orbe católico. En 1316, Juan XXII decretó la procesión de Corpus.

Esta solemnidad tomó mucha importancia en México debido al carácter oficial que le dieron los soberanos y el pueblo, como ratificación del estrecho nexo existente entre la jerarquía eclesial y el gobierno civil. Los preparativos para la procesión triunfal de la Sagrada Eucaristía empezaban antes de la víspera, con el tendido de las enramadas que cubrirían el recorrido, ya que estaba iniciada la época de lluvias. Estas enramadas eran construidas gratuitamente por los indígenas que vivían en la periferia de la ciudad.

Desde el martes anterior eran cortadas ramas de encino, en los más variados tonos de verde, de los otrora espesos bosques del sur de la ciudad, las cuales se transportaban a lomo de mula hasta las calles que la procesión recorrería, para elaborar con ellas las frescas enramadas que terminaban el miércoles por la noche. Tres días antes de la procesión varios grupos de peregrinos partían desde Tlaxcala rumbo a la capital; de paso por Xochimilco cargaban sus recuas con frescas y olorosas flores, con las que elaboraban largas y graciosas cadenas rematadas con una blanca flor de yoloxóchitl que el jueves, muy temprano, se colgaban del techo de la enramada.

La procesión se efectúa actualmente dentro de la Catedral, precedida por los párrocos de la Arquidiócesis de México y los niños vestidos de inditos acompañados por sus padres y seguidos por el arzobispo, quien bajo el antiguo palio lleva la custodia con la que bendice a los concurrentes a la ceremonia. Mientras, en el atrio exterior continúa la fiesta con los pequeños, los fotógrafos y la interesante vendimia.

Por determinación eclesiástica, la fiesta se transfirió del Jueves de Corpus Christi el domingo siguiente. Sólo en la Catedral se continúa celebrando un jueves.

 

Fuente MD